Imagínate que te metes a una iglesia y aplaudes. ¿Qué pasa con el sonido? ¡Después de que aplaudiste, el sonido sigue ahí! Permanece sonando en el recinto en el que te encuentras, cada vez más quedito hasta que desaparece poco tiempo después. A ese fenómeno se le conoce como reverberación.
Dale click a este enlace para escuchar un ejemplo: un sonido sin reverberación, luego con poca reverberación y finalmente con mucha reverberación: https://www.saladeaudio.com/trackblog
Cuando aplaudes en la iglesia, las ondas sonoras viajan por el aire y chocan con los distintos objetos que se encuentran en su camino. En cada choque, parte de la energía se absorbe en el objeto y otra parte se refleja y continúa viajando por el aire.
Propagación del sonido (S) en un recinto. Sonido directo, primeras reflexiones y
reverberación que capta el escucha (L)
Si alguien se encuentra escuchando en ese lugar, lo primero que recibirá será el sonido directo que viaja desde las manos de la persona que aplaudió (fuente sonora) directamente hasta el oído del escucha. Inmediatamente después, recibirá la energía sonora reflejada en las superficies y objetos cercanos (reflexiones primarias), y conforme el tiempo pasa, recibirá la energía producida por los choques en superficies más lejanas- la reverberación.
Presión sonora vs. tiempo: la reverberación
El tiempo que el sonido tarda en morir depende principalmente de dos factores. Uno es el volumen del recinto: qué tanto espacio hay. En un lugar más grande, el tiempo de reverberación será mayor que en un cuarto más pequeño. El segundo factor tiene que ver con la absorción: si los objetos en el cuarto están hechos de materiales más absorbentes, el tiempo de reverberación será menor que si los objetos son de materiales más reflejantes.
Todo esto se toma en cuenta en la ecuación de Sabine que nos permite calcular el tiempo de reverberación de un espacio conociendo su volumen, el tamaño de sus superficies y los coeficientes de absorción de los materiales de las mismas. En la fórmula se considera que el sonido ha desaparecido cuando ha disminuido a una millonésima parte de su energía original, o sea que ha disminuido en 60 decibeles. En el siguiente enlace encontrarás más información al respecto:
¿Quieres saber más sobre los decibeles? ¡Espera nuestra publicación la próxima semana! ¡Hasta entonces!
Pero antes, ¡checa lo que se puede hacer jugando con la reverberación!
Texto de Víctor Stern.
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